¿Por qué todos los Directores deben conocer sobre derecho fiscal educativo?
Es muy común que al tocar el tema de impuestos en las escuelas privadas, los directores se dejen llevar por el temor a los actos de fiscalización que las autoridades imponen y prefieren tener cargas fiscales que no les corresponden generando gastos en lugar de inversiones.
Las escuelas privadas surgen por la incapacidad del estado de proporcionar educación a toda la población, porque no hay espacios suficientes para todos los niños y jóvenes en edad escolar sin mencionar la insuficiencia para ofrecer un servicio educativo de calidad que cubra, como indica la ley, todas las necesidades de los estudiantes.
La educación entonces es un derecho que el estado debe proporcionar, es su obligación, de tal forma que no solo no debe cobrar impuestos ni multas a las escuelas privadas sino que debería de ser el gobierno quien pague las colegiaturas en las escuelas privadas de todos los alumnos a los que no puede proveer del servicio educativo e incluso otorgar todas las facilidades para que éstas puedan proporcionar el servicio, que el estado no puede dar, sin estarse preocupando de las inspecciones y auditorías hechas con alevosía y ventaja.
El gobierno no puede dejar de cubrir sus obligaciones y encima intentar recaudar impuestos e imponer sanciones a las escuelas privadas, a los que le están apoyando a cubrir un derecho de la población sin considerar que también forman parte del sistema nacional de educación.
Si, son los ciudadanos los que pagan doble por la educación de sus hijos, a través de los impuestos que se queda el gobierno con el ISR y que quiere incrementar a través de las colegiaturas pero esto no es culpa de la Escuela Privada sino una vez más es del gobierno, ellos se quedan con los impuestos pero no son capaces de satisfacer las necesidades de la población ni de preservar sus derechos.
El gasto tributario por deducción de colegiaturas lo tendría que tomar como el pago del servicio educativo que no puede proveer pero no puede pretender cobrarle a los centros de enseñanza privados su responsabilidad ni mucho menos a los ciudadanos.
Si no tiene los recursos suficientes para dar una educación de calidad, es su obligación conseguirlos pero no a costa de la misma educación. Las escuelas privadas que se ven obligadas a pagar impuestos, por las amenazas de Hacienda y de la misma SEP, no están en condiciones de cubrir las necesidades de sus estudiantes porque no hay forma de pagar los sueldos de los profesores ni las rentas ni los servicios y menos aún de otorgar las becas a las que están obligadas si hay que pagar cargas tributarias excesivas y por demás arbitrarias.
No podemos ni debemos exigir a las escuelas que paguen impuestos porque la enseñanza no tiene porque generar ingresos al estado. Es el gobierno quien debería de estarse haciendo cargo de la educación de los ciudadanos y debería estar buscando la manera de impulsar y mejorar la calidad de la educación tanto a nivel público como privado.
Es momento de exigir los apoyos suficientes al sector educativo en todas sus modalidades y niveles para poder elevar la calidad educativa.
Si se necesitan controles y leyes para que todos cumplan con lo que les corresponde, con servicios adecuados y en tiempo, con profesores preparados, con planes y programas de estudio actualizados, con instalaciones y equipamiento de calidad e inclusivo, pero también se necesitan apoyos reales de parte de todos los que conforman el sector educativo, de toda la comunidad, desde los altos niveles de gobierno hasta los padres de familia.
La educación es un derecho y como tal debe ser respetado, valorado y proporcionado.
Las escuelas privadas tienen obligaciones que cumplir por la naturaleza de su actividad pero no tiene porque aceptar imposiciones de autoridades que pasan por encima de los derechos adquiridos que se tienen que respetar.
Son pocos los despachos contables y de abogados que conocen las leyes enfocadas a la educación, no se trata solamente de cubrir con los requerimientos de las misceláneas fiscales sino entender que hay derechos que se tienen que respetar, hay que entender que un reglamento o acuerdo no puede pasar por encima de la ley y que ésta ampara a los centros de enseñanza si se sabe exigir su correcta aplicación.
Principios fiscales de las escuelas privadas
Es muy importante que los directores de escuelas conozcan los principios que sustentan a la educación privada:
- La escuela privada es NO Contribuyente
- La educación por su naturaleza no paga ISR
- Si debe declarar ante el SAT pero debe hacerlo como No Contribuyente
- Si ya ha pagado impuestos, si es posible cambiar el régimen en el que se encuentra su escuela
- La enseñanza no es un acto mercantil aún con el cobro de las colegiaturas
- Si pueden dar comprobantes de pago a los padres de familia pero no tienen que ser facturas
Ser No Contribuyente no quiere decir que no se pague nada de impuestos ni que sea evasor fiscal. Es una modalidad para que ciertas actividades como la enseñanza cumplan con las obligaciones fiscales que les corresponden pero sin caer en contribuciones que pongan en riesgo su operación.
Instamos a las escuelas privadas a realizar un diagnóstico sobre su condición fiscal con expertos en materia jurídica educativa para que cumplan con sus verdaderas obligaciones fiscales.